lunes, 16 de noviembre de 2009

EL FRACASO EMPRENDEDOR COMO FUENTE DE DESARROLLO DE LOS PAISES

Joaquín García Luna Bustamante. Aspirante al Doctorado en Administración Universidad Anahuac Sur

Dirigido por: Dr. Carlos Miguel Barber Kuri.

Miércoles, 18 de febrero de 2009.

Publicado en la Revista Contaduría Publica, 2009 Junio


Cuando pensamos en el fracaso empresarial nos vienen a la mente infinidad de cosas no deseadas que pueden estar afectando nuestra economía desde el punto de vista país, ya sean compañías despidiendo personal o en lo personal, nosotros mismos perdiendo nuestros trabajos.

El fracaso emprendedor en un país, puede ser la fuente de experiencia que nos permite generar los emprendedores exitosos necesarios para incrementar el PIB Nacional. Sé que suena insensato y en cierta manera no creíble, sin embargo empecemos por entender que es un emprendedor.

De acuerdo al Global Entrepreneurship Monitor (GEM) [1], las personas son las que se organizan para materializar un nuevo negocio o empresa, por lo cual sus análisis están basados en las personas y no tanto en la generación de empresas en los países. Los emprendedores nacientes, son aquellos que están involucrados en la puesta en marcha de un nuevo negocio, que tiene alguna propiedad sobre el mismo y que no han pagado salarios o compensaciones por mas de tres meses. Los nuevos empresarios, son aquellos que tiene todo o parte de la dirección y propiedad de una empresa y han pagado salarios por un periodo de entre los 3 y 42 meses. Por lo tanto los emprendedores establecidos, son igual que los anteriores, pero que han pagado salarios por un periodo mayor a los 42 meses. Vale aclarar que se consideran para estadísticas sólo adultos de 18 a 64 años, considerando únicamente como emprendedores a aquéllos que buscan incrementar sus ingresos, no mantenerlos.

Por lo tanto un emprendedor, es una persona que esta involucrado en cualquiera de las etapas mencionadas anteriormente y de acuerdo a los estudios realizados, los países de ingresos bajos y medios realizan mayores niveles de actividad emprendedora en etapas iniciales pero poca en las siguientes. Naciones de bajos ingresos, tienen una gran parte de su población emprendiendo como forma de autosostenerse, por lo cual la actividad emprendedora esta basada en empresas muy pequeñas o autoempleo. A medida que el país se desarrolla, las medianas y grandes empresas se van consolidando y tienen un rol mas activo en la economía, logrando generar empleos que atraen a más personas y son más eficientes que las micro y pequeñas empresas [1].

Esto concuerda con el porcentaje de empresas que arrancan en México, en donde del 100% que se establecen cada año, el 80% quiebra en el primer año, el 20% restante, 50% ciento quiebra en el segundo año, subsistiendo solo el 10% después de 2 años [2]. La suposición principal, el fracaso en la rentabilidad de éstos negocios, es cierto en un 35% en nuestros países Latinoamericanos. Las otras dos razones fuertes, son razones personales con un 25% y falta de financiamiento en un 18% [3]. Sin embargo, un 20% del total eran dueños de otros negocios y un 14% estaba ya tratando de abrir un nuevo negocio. Esto demuestra que cerrar un negocio es un elemento natural y normal en el proceso emprendedor y que permite distribuir innovación, recursos financieros y humanos a través de empresas más eficientes.

Los países han desarrollado diferentes esquemas de apoyos fiscales para inversionistas de alto riesgo como en el caso de Europa [4] o el programa de Inversionista Ángel de Nacional Financiera y CONACYT en México para invertir en proyectos innovadores y desarrolladores de tecnología [5]. Buscando impulsar a los emprendedores, lo cual es una parte de la solución.

La otra parte del impulso a los emprendedores, es la que se encuentra al final del cierre de las empresas. La mayoría de los proyectos que no prosperan, simplemente cierran y prefieren esperar a que transcurran los años necesarios para que la Ley no pueda aplicarse. Normalmente las pequeñas empresas no formalizan su cierre y simplemente cierran las cortinas y desaparecen. Los procesos de cierre duran un promedio de 4.5 años, representando un costo de 15% sobre el PIB, con una tasa de recuperación del 23.8% (Banco Mundial, 2007)

Si tenemos un cierre rápido y limpio, permite a los emprendedores poder iniciar nuevos negocios de una manera sana sin estar anclados a experiencias pasadas donde mantienen historiales tanto fiscales como crediticios abiertos, que no los incentiva a emprender nuevos proyectos o negocios, prefiriendo suspender temporalmente su actividad emprendedora u olvidándose por completo en hacerla.

Sin tener sustento científico podríamos pensar que muchos emprendedores que fracasan, reinician sus proyectos a través de esquemas de economía informal para realizar sus ideas causando un no ingreso fiscal y afectando nuestra economía como menciona Luis Rubio en México 2025 [6].

Como política pública, México debe de buscar la manera de ayudar a que el fracaso se vuelva fuente de experiencia para el desarrollo de proyectos con mejores posibilidades de éxito y para eso, necesita tener políticas fiscales y de promoción que faciliten el cierre de empresas en menores tiempos y con pasos simples que sean conocidos por cualquier persona que inicia un negocio. Supongamos que podamos incentivar a empresas que cierran para que en el caso que algunos de sus socios inicien un nuevo intento emprendedor en los próximos 18 meses pueda tener ciertos incentivos fiscales por haber tenido la intención nuevamente de emprender un proyecto y tal vez generar empleos. Muy posiblemente tendríamos mas proyectos naciendo con un nivel de experiencia mayor gracias al fracaso anterior que tuvieron.

Con el paso del tiempo, se puede lograr un proceso de reciclado de emprendedores, es decir, cada vez que un emprendedor fracasa puede volver a empezar con mayor experiencia y con mayores probabilidades de ser exitoso en los siguientes intentos.

La vida tiene una etapa final que es la muerte, los negocios también tienen un inicio y un final, sin embargo es importante que un valioso intento de emprendedor no lo convirtamos al fracasar por primera vez en un muerto viviente. Hay vida después de la vida, hay éxito después del fracaso. El manejo exitoso del fracaso emprendedor puede ser la fuente del éxito como país.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Amoros, J., Guerra, M., Carrilo, J. (2008, Mayo). Global Entrepreneurship Monitor. Reporte Nacional de Chile 2007

2. Mendez, J. (2007, Noviembre). El Financiero. Sección Mercados

3. Bosma, N., Jones, K., Autio, E., Levie, J. (2008). Global Entrepreneurship Monitor. 2007 Executive Report

4. (2008 August). EBAN European Business Angel Network. Fiscal Incentives Available to Business Angels in Europe

5. (2007 Julio). Reforma. Respalda NAFIN aterrizar ideas.

6. Rubio, L. (2006). Mexico 2025: El futuro se construye hoy.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Aterrado si, pero mas adaptado...

Ayer, después de tantas dudas de mi investigación doctoral por fin presente la base de ella. Un nuevo modelo de adquisición de bienes y servicios a través de un sistema único de facturación a través de compañías de triple play.

Eso esta bien, pero no tan maravilloso oír que tenia sentido, era consistente, pertinente y aportaba algo a la investigación en este país.

Oírlo del Doctor Samano, me aterro más, por que ahora si viene lo bueno, hay que hacerla...pero eso, eso es otra historia.